París, Francia
- tenoch_barcelona

- 5 sept 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 9 oct 2021
Desperté de la nada en París.
Gare du Nord
Forum des Halles
Era la nostalgia del reencuentro con aquella vigencia portentosa que solamente conocí por medio de la palabra y el papel, por las ventanas cerradas, por las esferas ajenas, y por el capricho de algún merci beaucoup.
Centre G. POMPIDOU
Théâtre de la Ville
Era la memoria colectiva que contaban los libros al borde del Sena, que surgieron a través de las velas y los vientos aleatorios de Roma, Londres y Castilla, que insistieron en apartarse del encanto y el refugio de un conocimiento ajeno, una memoria que buscó la encarnación de su propio sol para abrir un nuevo lienzo y dialogar con el cielo.
Les Argonautes
Quai de la Corse
Era el renacimiento de la gloria que abarcaba toda la noble e innoble y descarada desnudez amontonada a la arquitectura de la silla, desvelando la antigua gravedad cuyo reloj ha marcado las incontables horas de amor y sufrimiento, perfilando los estrechos de la margen izquierda e iluminando los rincones fugaces de la torre.
Galeries des Antiques
Place de Mexico
Era la encarnación de aquello, que a fuerza tenía que permanecer, que perduró en la imposibilidad de la tormenta y la neblina, que solamente fue bifurcada por la despiadada y filosa guillotina para renacer entre los contornos de las cuerdas, en la acuarela vinculada a la plaza, en la silueta del porvenir, y en los lirios que involucraron los antiguos arcoíris jamás abandonados tras el fulgor de su tiempo.
Quai d’Orléans
Les Nymphéas
Era el empate de libre albedrío y azar que arrastraba los incansables pies, que recibía la luz y el olfato y las olas sonoras que aportan sus riquezas y bellezas, que me sentaron al pan cotidiano, al recipiente de fruta y la cascada de miel, aquel sábado de alas y fragmentos que recibieron la audiencia de su bienvenida, y que me llevaron a la implacable gracia de su infinidad y su historia.
Jardin du Luxembourg
Place de la Concorde


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