La vida de un mueble

Un mueble Bassett de los 70. Originalmente en color blanco, formaba parte de una recámara minimalista, compartiendo el espacio con una cuna y una mecedora para dar función adecuada para una mamá y un bebe. En sus años formativos sus cajones estaban abarrotados de ropa juvenil, abriéndose y cerrándose con la diligencia de un ritmo cotidiano. Posteriormente, cayó en desuso por décadas, almacenando las prendas y cobijas fieles a un tiempo pasado. Durante esta etapa, mantuvo su integridad estructural y la esperanza aún vaga del porvenir, silenciosamente ocupando su lugar en la quietud del espacio otorgado y el discurrir de los soles. Últimamente, fue pintado rosa por la mamá para marcar el paso del hijo a la nieta, dándole nuevo uso y resaltando la distinción entre una pieza genérica y una que pertenece al más amplio ciclo de vida familiar.

(21 de agosto de 2023, 9:29 a.m.)