Allí te veo
- tenoch_barcelona
- 23 may 2021
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 16 dic 2023
Cuando dibujas esa flor, Xuchitl, tu mano es delicadeza,
te entrega su vida, su aire y sus verdes
para que le des el regalo de tu sonrisa.
Cuando te sientas al Río Tevere
le das agua a los polvos sedientos que jamás perdieron
su nombre o su cuento del ilustre romano antiguo.
Cuando tocas el piano sentimos tu radiante esfera,
tus abrazos que se extienden a todos los rincones
de nuestro hogar, los latidos de tu corazón.
¿Dónde están las olas sonoras que portan las voces
de nuestros queridos seres? ¿Dónde están
los rayos luz que son sus almas y nuestro amparo?
Cada día vislumbra en su forma, el canto de las aves,
el espejo anaranjado entre el agua y el cielo,
tu belleza que asombra y detiene el crepúsculo,
lo que está más allá de lo visible y contiene lo que busco
con tanto esmero, con ojos terrestres, lo inalcanzable
como esa estrella fugaz cuyo destino es eterno.
Las olas luz que rozaron tu belleza en su penúltima obra
llegaron a entregarte a mis ojos, mi amor, no las suelto,
para enredarnos por siempre en esa tela infinita.
Allí te veo.
