Fado
- tenoch_barcelona
- 2 may 2021
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 22 ene 2022
Nunca fuiste llorona Amália
todas las almas se entregan a ti,
rostros que perduran mil penas en silencio,
ojos cargados de lágrimas sin nacer,
los aires sedientos por tu canto y tu voz.
Que pesada es la obligación de quererte Amália
me eres todo a la vez, amor, dolor y tristeza;
la más bella sonrisa que vuelve a aparecer,
el encanto de un beso robado,
la esfera de los anhelos al margen del alcance,
una despedida que jamás alcanzó lo largo que fue.
Cascada de amor
bañaste los rostros con luna creciente,
libélula de amor
llenaste todos los aires con viola y cristal,
granos de amor
colmaron los vacíos como los azulejos de la invicta,
obras de amor entregadas a su fin.
Explícame otra vez lo que fue en tu sueño más rojo,
la tortura más lenta me abrió a tu tiempo
para conocernos sin palabra exigua,
cuéntame todo, obrigado.
